martes, 21 de marzo de 2017

Romanización de los vascones




VASCONES
Los vascones según el geógrafo Estrabón (s. I a. C.) ocupaban el territorio comprendido entre Irún hasta Jaca por el Este, de ahí hacia el sudeste hasta Zaragoza y hacia el suroeste hasta Calahorra(La Rioja).

La capital era Pompélou y la única zona costera que contaban era una franja de veinte kilómetros cuyo puerto era Oiasso.
Lo que hoy son las provincias del país vasco estaban ocupadas por tribus indoeuropeas: caristios, várdulos al oeste y berones al sur.
Pueblos prerromanos

Los vascones antes de la llegada de los romanos
Se encontraron con un pueblo bastante heterogéneo. Ellos distinguían esta tierra como “ager vasconum” (el territorio del sur, el campo cultivable) y “saltus vasconum”(el bosque, la montaña).
Los vascones de la montaña se dedicaban a la ganadería de subsistencia, vivían en pequeñas aldeas o cuevas y no conocían la moneda sino que practicaban el trueque. Hubo asentamientos de tribus celtas.  Eran más prehistóricos y entre ellos no tuvo mucho éxito la romanización
Los vascones del sur se dedicaban a la agricultura, vivían en pueblos con organización política. Habían recibido intensa influencia de celtas, pero sobre todo de íberos, incluso llegaron a hablar su lengua; de hecho a veces se confunden el íbero y el euskera.
Los Berones, un pueblo celta que se asentó en el Valle del Ebro ejercieron mucha influencia en el sur de Navarra y lo que hoy es Álava.
A pesar de ser tan diferentes entre ellos existía algún tipo de sentimiento de unidad o de identidad común.
El nombre de “vascones” (baskones) significa “montañés”.
Así pues los vascones hablaban una lengua celta, una lengua íbera y su propia lengua “euskera”.
Las primeras noticias que tienen los romanos sobre esta lengua fue cuando Pompeyo el Grande alista a una tropa de Aquitanos en la lucha contra Sertorio; estos eran euskaldunes, es decir, vascófonos.
Los romanos
Los primeros encuentros entre romanos y vascones tienen lugar en el valle del Ebro, en el año 179, siglo II a. C. Desde el primer momento hubo buenas relaciones, no hay pruebas de que ofrecieran resistencia alguna, por tanto,  la ocupación fue pacífica y por consiguiente, hubo romanización.
Romanización. Pruebas
Se convirtieron en aliados del pueblo romano hasta el punto que colaboraron con los romanos en sus guerras contra cántabros y astures. Las tierras conquistadas a íberos y celtas eran entregadas a ellos para ser repobladas; de este modo fueron extendiéndose hacia el sur y hacia el este. Llegaron hasta Salduba, que luego sería Caesar Augusta (Zaragoza).
Tiberio Graco funda Gracurri, lo que hoy es Alfaro.
En el año 89 a. C. Cneo Pompeyo Estrabón le concedió la ciudadanía a un escuadrón de caballería vascona como agradecimiento por su colaboración en un ataque contra un pueblo íbero ( lo que hoy es Ejea de los Caballeros)
Bronce de Ascoli. Diploma por el que Pompeyo Estrabón le concede la ciudadanía a una tropa de caballería vascona.
Museo Capitolino. Roma

En los años 75 y 74 a. C. Pompeyo el Grande  se refugia entre los vascones para pasar el invierno durante la guerra contra Sertorio. Funda “Pompaelum” (“Pompei-illum”- algo parecido a polis de Pompeyo) 
Se fundan ciudades como Calagurris (Calahorra) y Oiarso (Oyarzun-Irún)
Un indicio de romanización era la costumbre de enrolarse como mercenarios en el ejército romano. Estuvieron en sus filas en las campañas de muchos emperadores. Hasta se han encontrado restos epigráficos sepulcrales de vascones en Britania, en el muro de Adriano.
Otra prueba es la toponimia: hay un número considerable de pueblos que acaban en –ain o en –ano. Se trata de explotaciones agrarias de romanos cuyo nombre es el del propietario. Así tenemos:
Marcalain- de Marcelo
Imarcoain- de Marcus
Amallain- de Amillano, Aemilius
Beásoain- de Bearzu
El hecho de que hubiera tantos propietarios romanos es prueba de que perteneció a Roma y hubo romanos y vascones y vascones-romanos.
Los puentes, las calzadas, las villas, las necrópolis son así mismo testimonio de la romanización.

Termas en el monte de S. Julián de Beire


Varadero del puerto de Oiasso

Urnas de cremación. Necrópolis de la ermita de Santa Elena


Villa de las musas de Arrellano

Necrópolis de Iturssa

Durante los siglos de dependencia al pueblo romanos la población seguía dividida en tribus o pueblos, pero ante la caída del Imperio Romano, los vascones se unieron para enfrentarse a las invasiones de los pueblos bárbaros del norte: suevos, vándalos y alanos y defender las instituciones romanas y esto fue lo que permitió el sentimiento de pertenencia a un mismo pueblo vasco. Este proceso de unificación fomentó el uso del euskera como lengua común. Cuando llegaron los visigodos era una comunidad estrecha y estable.

El enigma de euskera
En torno al euskera giran dos enigmas. El primero es de dónde surge el euskera y el segundo, el más misterioso, quizás, por qué sobrevivió a la romanización.
Origen del euskera
Hay muchas hipótesis, pero ninguna demostración concluyente.
·         Se piensa que es una lengua heredera de la que se hablaba hace 15.000 años en las Cuevas de Altamira.
·         Como el euskera es la única lengua de Hispania que sobrevivió a la romanización, se pensó que el íbero y el euskera podrían estar emparentados, teniendo en cuenta que hay notables coincidencias. Pero hoy se sabe que eso se debe a la relación intensa que hubo entre vascones e íberos.
·         Se ha intentado emparentar con lenguas caucásicas (ruso y georgiano), con lenguas africanas (somalí y egipcia), con el griego.
·         También hay una inverosímil teoría de que podría tener procedencia cartaginesa: sería la lengua que hablaba un grupo minoritario que desertaron del ejército de Aníbal durante la II guerra púnica en su paso por Los Pirineos de camino a Roma; se refugiaron en la montaña y de ahí el nombre “vascones”(los que viven arriba, en la montaña)
·         Koldo Mitxelena, el lingüista más prestigioso del País Vasco y uno de los indoeuropeístas más importantes del mundo, tras muchos años de investigación formuló una hipótesis que hasta el momento no ha sido refutada. Para él el verdadero misterio radica en su pervivencia, no en su procedencia. Comparó el euskera con muchas lenguas y las afinidades encontradas son fruto de la   casualidad o de la influencia de otras lenguas. Es una lengua aislada, no tiene origen europeo y no está emparentada con ninguna otra lengua histórica. La única relación genética encontrada es con el aquitano, de Aquitania, de hace 2000 años. Esta lengua la hablaba una pequeña minoría a ambos lados del Pirineo.
Pervivencia
El hecho de que una lengua única y minoritaria, arcaica y singular perviviera al latín constituye un verdadero enigma.
En los seis siglos que los romanos estuvieron en Hispania nos dejaron como legado el lengua, el latín. Parece ser que en la zona de Vasconia solo la clase más elevada lo hablaba. El latín se convirtió en la lengua oficial de la administración civil y eclesiástica y era hablado y escrito en las principales ciudades del territorio vascón: Pompaelo, Andelos y Gracurri. Sin embargo los siervos y la población inculta utilizaban el euskera, que era la lengua de uso cotidiano y de uso familiar.
Las causas atribuidas a su supervivencia son las siguientes:
·         La decadencia del Imperio romano antes de que desapareciera totalmente la “lingua navarrorum”
·         Escasa influencia externa en ambos lados de los Pirineos.
·         La Cristianización fue un proceso bastante tardío en territorio vascón.
·         Su estructura compleja y totalmente diferente a la del latín impidió que fuera asimilada o absorbida por las lenguas de alrededor;  aunque este motivo también  la ponía en riesgo de desaparecer. Su debilidad se convirtió en su fortaleza.
El euskera, no obstante, fue enriquecido con mucho léxico del latín:
-          Bake : paz de pacem
-          Neke: cansancio de necem
-          Merke: barato de mercem
-          Lege: ley de legem
-          Errege: rey de regem
-          Erregina: reina de reginam
-          Agur: saludo con el que se desea prosperidad, dicha, buena fortuna. Viene de “augurium”-augurio



lunes, 13 de marzo de 2017

Guerras Cántabras. Fin de la conquista




FIN DE LA CONQUISTA DE HISPANIA

En el año 133 a. C. con la toma de Numancia se pone fin a una larga etapa de conquista; Roma tiene sometida, pacificada y romanizada a toda la península ibérica excepto a los indómitos pueblos del norte: galaicos, astures y cántabros. Pudieron gozar cien años más de libertad.
Sin embargo, aunque habían cesado las guerras de conquista, Hispania fue campo de batalla de dos guerras civiles romanas, en las que participaron los hispanos bien como mercenarios, bien formando tropas aliadas de un bando o de otro. Estas guerras fueron:
·         La Guerra civil entre Optimates y Populares, entre Mario y Sila (80-72 a. C.): Quinto Sertorio es enviado a Hispania Citerior para alistar hombres en el bando de los Populares y al mismo tiempo preparar el terreno donde refugiarse ante una derrota.
·         Guerra civil entre César y Pompeyo (49-45 a. C.): Hispania estaba controlada por tres legiones pompeyanas y ante el temor que Pompeyo llegara con tres legiones más, César se apresuró y envió tres legiones al frente de Cayo Fabio.
En estos conflictos tuvieron que participar los hispanos e incluso los propios pueblos del norte que no habían sido romanizados. Esto les sirvió para ejercitarse en el arte de la guerra y para aprender de los romanos estrategias militares, lo que años más tarde, cuando tuvieron que pelear por su libertad,  les sirvió de gran ayuda poniéndole las cosas muy difíciles a los romanos.
En el año 27 a. C., Octaviano, después de una larga etapa de confrontaciones civiles muy cruentas, llega al poder, restaura la República y le entrega el poder al Senado. Este le concede el título honorífico de Augusto.
Octavio Augusto

Augusto tiene muchos proyectos, uno de ellos es pacificar todas las provincias donde hubiera disturbios y así proclamar la Paz Universal. Pero en Hispania lo tenía difícil porque no solo era pacificar sino conquistar y lograr someter, de una vez, a los pueblos del norte de Hispania, con la excusa de que constituían  un foco de propaganda y movimientos antirromanos. Aunque había otras razones de peso:
·         Económicas: las minas de oro , de plata y otros minerales que había en la zona noroccidental de Hispania
·         Gloria: deseo de tener en su “curriculum” alguna victoria de conquista exterior, pues hasta el momento tenía victorias sobre romanos.
·         Políticas: deseo de que bajo su mandato comenzara un periodo de paz duradera.

Desarrollo de las Guerras Cántabras (29-19 a. C.)

En un primer momento pone al frente de esta campaña a sus legados pero ante los fracasos obtenidos, decide él mismo dirigir “in situ” las maniobras. En el año 26 a. C. parte hacia Tarraco  con el objetivo que durante cien años no habían podido cumplir muchos pretores.
Utilizó toda su artillería para sofocarlos, atacando a la vez los tres focos más pertinaces de la resistencia:
·         A los cántabros en  Aracillum (Reinosa)
·         A los astures en Bergidum (Bierzo)
·         A los galaicos e el Mons Medullius, cerca de la desembocadura del Miño
Aparentemente derrotados o tal vez porque se encontraba en un mal estado de salud, regresó a Roma. Pero de nuevo, la ineptitud y los abusos de sus lugartenientes volvieron a incitar a los rebeldes  que reorganizaron la Resistencia.
Bastión defensivo del Castro de la Loma, Santibáñez de la Peña. Palencia

Augusto envió al mejor general con el que contaba, el que le ofrecía la mayor confianza, Agripa, quien los aniquiló entre el año 20 y 19 a. C. Mató a todos los hombres que estaban en edad de luchar, al resto los obligó a bajar a los valles.

Táctica de los cántabros
Este pueblo se convirtió en una auténtica pesadilla para el pueblo romano como lo demuestran los largos años que se mantuvieron en la resistencia. Estas eran las estrategias, habilidades y armas con las que contaban los cántabros:
·         Evitaban el enfrentamiento directo, conscientes de su inferioridad respecto a las legiones romanas.
·         Conocían a la perfección el terreno escarpado y montañoso, lo cual les permitía realizar ataques rápidos y un fácil repliegue, efectuar emboscadas y ocultarse inmediatamente.
·         Atacaban las líneas del abastecimiento de víveres.
·         Su armamento era ligero: espada pequeña, puñales, dardos, jabalinas, hachas de doble filo, pequeños escudos.
·         Eran muy hábiles en la monta de caballos, que eran frecuentemente utilizados. El llamado “circulus cantabricus” sería adoptado posteriormente por los romanos como táctica ofensiva.
·         Estaban muy acostumbrados a la extrema climatología, que a los romanos les había supuesto un gran impedimento.

Jinete cántabro armado a caballo. Estela de San Vicente de Toranzo
Fin de la resistencia
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A la Guerra de los cántabros acudieron al campo de batalla nada menos que siete legiones, de las que cuatro maniobraron en la zona de los astures y tres se quedaron en el frente cántabro; más varias alas de caballería y varias cohortes de tropas auxiliares. Los romanos avanzaban por los cordales de las montañas, sabiendo que los valles constituían su perdición. Acabaron con los indómitos pueblos del norte asediando lo que había sido su fortaleza durante dos centurias, la montaña. Rodeaban la montaña en la que estaban atrincherados  con toda la maquinaria posible impidiéndoles abastecerse de víveres. El hambre y la dura climatología acabó con su resistencia
Los cántabros amaban por encima de todo su libertad. Cuando desesperaron de ella, antes de ser cogidos o aniquilados,  incendiaron sus murallas y  se quitaron la vida, degollándose o tomando venenos como el fruto del tejo.
Dice Estrabón que incluso en la cruz seguían cantando sus himnos, pues para ellos morir como guerreros y libres era una victoria.

Los supervivientes fueron obligados a bajar a los valles junto a los campamentos romanos, para que trabajaran la tierra o se dedicaran a la explotación de las minas. Fue a partir de este momento cuando los astures tomaron conciencia de la riqueza de su subsuelo.
Las Médulas
Fuentes

  • Floro, Compendio de la historia de Tito Livio
  • Dion Casio, Historia romana. Madrid, Gredos
  • Estrabón, Geografía de Iberia. Madrid, alianza Editorial
  • Pierre Grimal, El siglo de Augusto.Crítica, Madrid
  • Historia. National Geographic

lunes, 6 de marzo de 2017

Ulises y Polifemo


Pridie nonas martias









ULISES Y El CÍCLOPE POLIFEMO

Tras la guerra de Troya todos los supervivientes griegos regresaron a sus respectivas patrias El retorno de Ulises a su hogar no fue fácil; veinte años fuera de él estuvo, diez años que duró el asedio a la ciudad de Troya y otros diez, el doloroso regreso a la patria por designio fatal de Zeus.
Vivió dramáticas aventuras de las que fue saliendo sano y salvo gracias a su astucia pero, fue perdiendo poco a poco a sus hombres, fieles amigos y compañeros que lo habían seguido a Troya.
Ulises y sus compañeros habían salido precipitadamente del país de los lotófagos, que aunque eran seres inofensivos, las flores de loto de las que se alimentaban hacían que se perdiera instantáneamente la memoria. Los que las habían probado habiéndose olvidado de todo querían quedarse allí. Ulises, temiendo que el resto también olvidara el camino de regreso, los obligó a subir inmediatamente en las naves atando en los bancos a los que ya habían perdido la memoria.

A continuación, llegaron a la tierra donde habitan los Cíclopes, aparentemente seres tranquilos. Y fueron a desembarcar en una isla con puerto seguro y de fácil desembarco. Ulises con una sola nave se adelantó para asegurarse de que la gente que habitaba aquella isla fuera hospitalaria. Desde la nave vio una  profunda caverna rodeada de laurel, pinos y encinas. Y allí vieron un monstruo prodigioso que no se parecía en nada a los hombres que comen pan.  Ulises, con ánimo audaz, cogió un odre de un excelente vino y vituallas, y con doce hombres fue hacia la gruta. En ese momento el gigante no estaba, pues apacentaba sus rebaños en la pradera. El antro estaba lleno de quesos, de cacharros para ordeñar y establos con corderos y cabritos.
Allí lo esperaron comiendo queso. Al momento llegó haciendo un gran estrépito que obligó a los hombres a replegarse. Introdujo la leña para la lumbre y a los rebaños para ordeñarlos. Cuando se percató de su presencia les preguntó quiénes eran. Ulises se presentó y pidió hospitalidad si no por la ley de los hombres, por la ley de los dioses. El Cíclope burlándose de él cogió a dos de sus hombres y despedazándolos los devoró.

A la mañana siguiente, mientras el Cíclope había ido a pastar, Ulises cortó una rama del bastón del gigante, que era el tronco de un olivo e hizo una jabalina con ella; y la escondió bajo el estiércol de la cueva.
Cuando regresó el gigante devoró a otros dos compañeros y fue el momento en el que Ulises le ofreció el dulce vino. Quiso saber su nombre para agradecerle el sabroso brebaje que le había regalado, de néctar y ambrosía. Ulises, le dijo que se llamaba Nadie, que todos lo llamaban Nadie. Polifemo bebió y bebió  hasta caer patas arriba vomitando vino y la carne humana que había devorado.
Sacaron el venablo y se los clavaron en el único ojo que poseía, en la mitad de la frente. Ulises lo hacía girar como si estuviera taladrando madera.


 El gigante gemía dando unos espantosos alaridos, y llamando con fuertes gritos a sus vecinos los cíclopes los cuales acudieron al instante
_¿Por qué lanzas tales lamentos?_ le preguntaron _¿Te han robado?, ¿Te quieren matar?_
_ Nadie me quiere matar_ respondió él.
_Si nadie está contigo, Nadie puede hacerte mal_ respondieron. Y se alejaron
Polifemo quitó el gran peñasco que tapaba la puerta de la gruta, pero Ulises, conocedor de engaños, hizo caso omiso a ello, sabiendo que los atraparía en la salida.
Durante la noche Ulises se dedicó a atar a ovejas y carneros de más lana de tres en tres con fuertes hebras hechas de mimbre, urdiendo el plan con el que lograrían escapar de la caverna del gigante.
A la mañana siguiente ató a cada compañero en el vientre del animal del medio y él mismo se agarró fuertemente bajo el lomo del carnero más lanudo. Polifemo quitó el gran peñasco que tapaba la puerta para que fueran saliendo sus rebaños a los pastizales,  y les iba palpando el lomo a cada uno de ellos para asegurarse de que no se le escapaban los hombres. No se dio cuenta del engaño.


Ulises consiguió llegar a las naves junto con los compañeros que se habían librado de la muerte y como botín se llevó los carneros donde se habían amarrado.
Cuando ya estaba en el mar y a una distancia que él consideraba segura, le reprochó su crueldad y, entonces,  le dijo cuál era su verdadero nombre, Ulises, hijo de Laertes, de la patria Ítaca.
Polifemo recordó que todo lo que le había ocurrido se lo habían profetizado, mas nunca pensó que iba a ocurrir en manos de un insignificante hombre como Ulises.

Les tiró una mole de roca arrancada de la montaña pero no los alcanzó y suplicó a Su padre Poseidón, dios de los mares, que Ulises jamás regresara a su patria.


domingo, 5 de marzo de 2017

Carnaval griego

Tertio die ante kalendas Martias



FIESTAS EN HONOR A DIONISIO


En Grecia se celebraban muchas fiestas a lo largo del año pero, sin duda, las más importantes y las más  arraigadas al pueblo eran las que se realizaban en honor al dios Dioniso, por ser éste un dios muy cercano, hijo de la mortal Sémele y descubridor y protector de la vid. Este dios se apodera del hombre de una manera más intensa que los otros dioses del Olimpo, pues además de ser el dios del vino y de la embriaguez, también tiene el don del éxtasis y de la excitación.
Había dos fechas en las que se practicaba bajo protección del Estado el culto a Dioniso:
·         Las Leneas en enero o febrero
·         Las Grandes Dionisias, en los meses de marzo o abril.

CARNAVAL GRIEGO
Era común a estas fiestas la tendencia a realizar danzas y a mimetizarse con la naturaleza con ramas y tintes vegetales; también era común el uso de máscara y el fenómeno del transporte místico, al imitar a las fuerzas demoniacas y sentirlas en su interior. Dionisio tiene el don de producir ese estado de delirio y locura que hace que los participantes realicen una danza frenética y salvaje.
Estos rituales posiblemente se celebraban en todos los pueblos de Grecia al inicio o fin de períodos de labores del campo.
DITIRAMBO

Ditirambo

El culto más importante fue el que dio lugar a las Grandes Dionisias; se trataba del culto a Dioniso Eleuterio, porque su imagen había sido llevada de una ciudad de Beocia llamaba Eléuteras hacia Atenas. Se celebraban en marzo o en abril. También se llamaban Dionisias Urbanas.
El primer día había una procesión nocturna con antorchas conmemorando la 1ª entrada del dios en La ciudad; llevaban la estatua arcaica de madera desde el barrio de la Academia hasta el Santuario situado en la Acrópolis.

TRAGEDIA, CANTO DE LOS MACHOS CABRÍOS
Al día siguiente por la mañana temprano se realizaba una procesión en honor al dios: un coro de danzarines y músicos disfrazados de sátiros (animales con cuerpo de machos cabríos con patas fibrosas y peludas, vientres prominentes, con grandes orejas, largas barbas y un gran miembro viril,cosido a la malla velluda del disfraz que simbolizaba la lujuria y la fertilidad). Su lujuria es desenfrenada entonaban el canto ritual de Dionisio; este canto se llamaba ditirambo. Mientras cantaban y danzaban se sacrificaban animales, que frecuentemente eran carneros.
Esta celebración es el punto de partida del drama o género teatral: el coro estaba capitaneado por un danzarín y cantante, llamado corifeo, que iniciaba el canto para ser respondido por el coro. En este enfrentamiento de corifeo y coro está el elemento dialogal que va a dar lugar al drama. De hecho la palabra tragedia quiere decir el canto de los machos cabríos, de los tragos (Tragon ode).
Con el tiempo se fueron desarrollando temas de elogio a los héroes y la leyenda heroica era de tono fúnebre que finalmente se convirtió en su contenido. El paso siguiente fue introducir el mito heroico y la tragedia ya estaba en su fase trágica, es decir,  en el sentido que hoy tiene este concepto.

HYPOCRITÉS
También se introduce la figura del actor como Hypokrités,(del verbo hipokrino) es decir, “el que responde”, el intérprete.
El lugar donde realizaban estas representaciones era una explanada en forma de terraza donde se ponían los espectadores, un ruedo para el coro (orquestra) y en medio de ella el altar de Dionisio. Detrás había una casta para el vestuario.
Estas representaciones fueron creciendo en popularidad; hicieron gradas de madera y finalmente un graderío aprovechado la ladera de la montaña.
 LENEAS
Había otras fiestas a un Dionisio más antiguo que el anterior, el Dionisio de los pantanos, llamadas Leneas, que se celebraban en enero o febrero. Se dice que estas fiestas eran el auténtico carnaval griego. Eran más celebradas en las zonas rurales.

COMEDIA, CULTO AL FALO
Falóforo

Estas fiestas, que son consideradas como el auténtico carnaval griego, eran fiestas de culto al falo, al miembro viril. Los jóvenes, llamados falóforos, porque eran los que llevaban un gran falo en un carro, eran coronados con hojas y flores. Expresan la plenitud de la vida y los deseos de crecimiento y virilidad. En el desfile también circulaban carros llenos de jóvenes que iban lanzando al público toda clase de improperios, insultos y burlas. El elemento obsceno era fundamental. De estas fiestas deriva el subgénero teatral “la comedia”, pues viene de “komos”- canto de un cortejo. A menudo les acompañaban coros de animales; esto explica las comedias de Aristófanes como Las avispas, Las ranas, Las aves.