martes, 10 de mayo de 2016

Auspicios y Augures



AUSPICIOS Y AUGURES






La religión romana era notablemente funcional y práctica, sea cual sea la situación en la que se encuentre un romano invocará a un dios específico, aunque no sepa cómo se llame; por eso, existen muchos dioses y grupos de dioses. Por ejemplo, ante una tierra sembrada de cereales, los romanos invocarían a “Robigus” y a “Spiniensis” para librar la cosecha de cardos, a “Runcina” de las malas hierbas, a “Messia” por una buena siega, a “Tutilina” una vez segado el cereal, a “Terensis” por una buena trilla…
El componente mitológico ha quedado en la leyenda no en la práctica.
El espíritu religioso está presente en todos los ámbitos de la vida tanto pública como privada, y a pesar de ello, nunca hubo un intento de establecer una teocracia.
La religión se basaba en dos pilares:
Pietas: la devoción a los dioses. Se manifestaba en los sacrificios, las súplicas y las purificaciones.
Auspicii: la voluntad de los dioses. Significa “observar las aves”. Viene de “avis” y “spicio”.
Loa auspicios son, pues, la voluntad de los dioses observable a través de las aves, pero también a través de otras señales.
Los encargados de observar e interpretar las señales eran unos sacerdotes llamados “augures” y el vaticinio, el presagio, lo interpretado se llama “augurio”. Eran sacerdotes colegiados y muy instruidos, pues estudiaban los libros que se habían ido codificando a través de los siglos y ya habían aprendido a interpretar las señales de los dioses inmortales.
Era tan importante consultar la voluntad de los dioses que no se hacía nada ni en la paz ni en la guerra ni en la vida pública ni privada sin observar los auspicios.
El acto previo de la fundación de Roma fue la observación de un augurio por sus fundadores, Rómulo y Remo. El mismo Cicerón, el mejor orador de Roma decía que este hecho era el fundamento de Roma.


El augur, el perito y el magistrado observando las aves

¿EN QUÉ CONSISTÍA?
Creían que era a través de las aves, sobre todo, donde podían manifestar los dioses su voluntad; por eso, observaban el vuelo, el canto y la comida.
·         Se levantaban a media noche el magistrado, el augur y un perito para buscar el lugar ideal desde donde observar el cielo, al que llamaban “templum”.
·         Primero buscaban un lugar puro, tranquilo y sin viento. Esto era imprescindible, pues cualquier ruido, golpe o chillido perturbaba el augurio.
·         A continuación, con un bastón, llamado “lituus” trazaban unas líneas imaginarias en el cielo, primero de norte a sur “Cardo”, luego otra de este a oeste “Decumanus”, a continuación, dos líneas paralelas a estas dos. Y esa figura geométrica proyectada imaginariamente en la tierra es lo que constituía el “templum”. La parte que quedaba delante se llamaba “antica” (antiquus- anterior> antiguo) y la que quedaba atrás se denominaba “postica” ( posterior, puerta trasera).

Líneas imaginarias proyectadas en el suelo para trazar el "templum"

            Una vez ahí, se les piden señales a los dioses y se observa con mucha calma, pues cualquier ruido, por muy pequeño que fuera, hacía que se interrumpiera el auspicio. Si algo perturbaba el auspicio, decían “alio die”- para otro día.
·         Le preguntaba al perito para él tomar nota. El perito era el que decía si comían las aves, si volaban alto, si venían de izquierda o derecha, etc.
·         El augur se colocaba mirando hacia el Sur.  Si las aves venían de su izquierda, o sea, de oriente, el vuelo era favorable, había buen augurio, pues la izquierda del augur era la derecha de los dioses.
·         Un óptimo augurio eran las aves que volaban muy altas o que se lanzaban rápidamente hacia abajo. Las de vuelo raso indicaban un mal presagio.
·         Si comían era buen augurio, si no comían, mal augurio.
·         También se observaban de dónde venían los cantos o los sonidos de los pájaros, sobre todo, de cuervos, cornejas, lechuzas. Si se oían de la derecha o de la izquierda.

También observaban las señales que venían del cielo, como truenos y relámpagos; si vienen de la izquierda, buen presagio, si vienen de la derecha, funesto.
Muy relacionados con los augures, eran los “haruspices”- arúspices, viene de “haru” que significa intestino, tripa, hígado. Estos se encargaban de observar e interpreta las vísceras de los animales que sacrificaban a los dioses.
ETIMOLOGÍAS
·         “Augur” viene de “augeo, augere”, que significa aumentar, crecer.
·         Agorero
·         Pájaro de mal agüero
·         Agur- adiós en euskera
·         Inaugurar- comenzar algo con cierta solemnidad.