jueves, 29 de octubre de 2015

El caballo de Troya

El episodio del caballo de Troya lo recoge Virgilio en La Eneida; lo relata Eneas a Dido cuando ésta le pide que le narre la caída de Troya.
Después de  diez años de asedio la ciudad  y tras haber sufrido muchas calamidades y muchas pérdidas humanas, maquinan este engaño por la inspiración de la divina Palas: construyen una gran mole de madera con figura de caballo donde se ocultaron los hombres más valientes.
Simulan que es una ofrenda a los dioses por un feliz retorno a sus patrias. Los troyanos admiran el leño, mas el prudente Laoconte que lo ve desde lo alto de la ciudadela no confía en las dádivas de los grigos:- ¿Acaso créeis que este don carece de engaño? No os fiéis de los dánaos ni icluso ofreciendoos regalos"- gritó y acto seguido le lanza un venablo que atraviesa el vientre del animal provocando un gemido de los hombres y un estremecimiento del caballo. Pero, ciegos y aturdidos por la perfidia de los hados, no perciben la evidencia.
Acto seguido, los troyanos traen maniatado a un griego, llamado Sinón, que viene a consumar la perfidia. Entre llantos y gemidos les cuenta que ha escapado de la muerte pues los griegos lo iban a sacrificar para aplacar la ira de los dioses y conseguir un feliz retorno a la patria.  Se compadecen de él y lo hacen suyo.


El caballo dentro de la ciudad de Troya


A los crédulos troyanos les dice que los griegos no se han retirado sino que han regresado a Grecia a tomar nuevos  auspicios y a cargarse de armas y dioses; que la mole es una ofrenda para aplacar a Minerva, si se atrevieran a ultrajarla les sobrevendría una total ruina, pero si la introducen con mimo en la ciudad, toda Asia caería rendida a los pies de Troya.
Pero lo que los subyuga a la idea de meter el caballo es el hecho terrible que acaeció a Laoconte se encontraba en la orilla del Ténedos sacrificando junto a sus hijos un toro, cuando de repente dos hidras marinas gigantescas se dirigen del mar hacia la orilla, van derechas contra Laoconte y sus hijos, matándolos a mordiscos. Inmediatamente reptan hacia la ciudad escondiéndose en el santuario bajo los pies de Palas Atenea.

                                                                      Laoconte y sus hijos devorados por la hidra

Se extiende el rumor que Laoconte ha merecido tal castigo por lanzar el venablo al caballo de madera y..todos a una claman que el caballo debe entrar en la ciudadela. Todos ayudan, le ponen ruedas y le tienden cuerdas para meter en la ciudadela el fatal don. Cuatro veces tropezó en el umbral de la puerta y cuatro veces resonaron las armas pero sus oídos ensordecieron por mandato divino.
Cuando ya dormían profundamente la falange griega se acerca en silencio por el Ténedos y a la señal de una antorcha, Sinón, el traidor, abre el vientre del caballo; de allí salen Menelao, Neoptólemo y  Ulises entre otros. Abren las puertas de la muralla y comienza la destrucción de un pueblo, el pueblo troyano.